Para los escritores, los antropólogos y los psicólogos, la capacidad de contar historias forma parte de la condición del ser humano. Las historias son para las personas como la ley de la gravedad, una fuerza inevitable, omnipresente y poderosa, en la que no reparamos de forma consciente. A finales de los noventa, el marketing adopta el storytelling como un nuevo mantra, primero como técnica y luego como estrategia, buscando desesperadamente una nueva manera de relacionarse y conectar con sus consumidores. Un consumidor que a cada minuto se hace más exigente, que empieza a estar hiperconectado, sobreexpuesto al impacto de las marcas, descreído de la publicidad y, sobre todo, con ganas, muchas ganas, de hablar. El consumidor anónimo y silencioso ha desaparecido y no volverá. Quiere hablar, con las empresas y con otros como él, y las redes sociales y la comunicación on-line le ofrecen la plataforma y el altavoz. Los departamentos de marketing se enfrentan a un gran reto: situar a sus marcas en la mente del consumidor. Y no solo se trata de llegar, sino de permanecer ahí, en todo momento, porque estamos en un nuevo escenario de comunicación: Non Stop - Open 24/7. Esa necesidad de estar y de conversar dispara en las compañías la necesidad de generar contenidos, de conversar con sus consumidores, donde quiera, cuando quiera y como quiera. El consumidor está en el centro y el contenido se convierte en el rey. Ha llegado el Content Marketing para quedarse.